Cierto día se acercó un hombre y me dice “Padre he cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer: no he sido feliz”
Estamos acostumbrados a prender el televisor y nos bombardean con una serie de malas noticias; jóvenes desaparecidos, familias desunidas, pueblos que mueren de hambre; estamos acostumbrados a que el mal haga espectáculo. El mal es notorio y llega e volverse notable y nuestra mente quizá ha llegado a acostumbrarse a eso.
*Precisamente hoy, la solemnidad de todos los Santos, viene a cambiar nuestra mentalidad. Y ¿Quién es un Santo?. La palabra Santo en un principio expresaba la palabra segregado, separado y de ahí que se concibiera como algo inviolable e intocable. Algunos pueden pensar que los Santos son frutos de las leyendas, o que son personajes lejanos o extraterrestres, o que simplemente ya nacieron santos.
– La primera lectura del Apocalipsis nos habla de “una muchedumbre tan grande que nadie podía contar”
– Cuando era niño recuerdo que decía ¿Por qué no me toco conocer a Sta. Teresita, San Martin de Porres, o a San Juan Pablo II?
– hoy festejamos a todas aquellas personas calladas; a todos esos Santos que se encuentran en los nichos. Si hermanos, creo yo que todos hemos convivido y conocido personas Santas, tal vez mi abuelita, mi mamá, alguna tía o mi amigo….
– Hoy en día convivimos con mucha gente Santa, como doña María la del asilo que se la pasa todo el día rezando; o don Isidro el campesino, que todos los días lleva el sustento necesario a su hogar; o doña Anita la de la esquina, que de forma callada lleva el pan diario a sus hijos.
– Si hermanos, todos podemos ser Santos; pero ¿Cómo? La respuesta nos la el evangelio de hoy: las bienaventuranzas, ya que Santo significa ser dichoso, ser feliz; ya que la felicidad no está en acaparar los bienes, sino en compartirlos; la felicidad no está en la violencia, sino en la humildad; la felicidad no está en la traición, sino en la fidelidad a la fe y al amor.
– Hermanos! podemos ser Santos; pero se han hecho la pregunta ¿quieren ser Santos? Que es el primer paso para lograr la santidad.
– mis hermanos si San Pedro, San Agustín, Santa Mónica, Santa Teresa, San José pudieron ser Santos. ¿Por qué tu no?
– La única tristeza que deberíamos tener en este mundo es la de no ser Santos.
¡ que todos los Santos y Santas de Dios intercedan por nosotros!
Amen.
Pbro. Cesar Pulído Rivas.