Celebración de la llamada Misa de Espigas o de las Primicias del campo, para ofrecer los primeros frutos de nuestros campos a Nuestra Madre del Cielo
Omnipotente Dios, que bendijiste la tierra para que fructificara y produjera todo lo necesario para la vida del hombre, y nos ordenaste que trabajemos pacíficamente para comer nuestro propio pan; Bendice las labores del trabajador, y concédenos tiempos tan favorables que podamos recoger los frutos de la tierra, y nos regocijemos siempre en tu bondad, para gloria de tu Santo Nombre; por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
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