Con la c
olocación de la primera piedra el 25 de agosto de 1862, inicia una larga pero solida construcción del templo parroquial, que refugiara en su recinto a las almas sedientas y necesitadas de algún consuelo.
Se cree que la primer capilla, junto con la casa del sacerdote, se termino de construir en un lapso de diez años, puesto que un informe del Señor Cura del Teúl Don Leon Cortes en 1872 dice: “se termino el templo con muy buena disposición para la celebración de las misa”. (13)
A partir de la santa visita pastoral efectuada por el vicario foraneo Señor Cura Angel Gomez el 16 de julio de 1942, una de las conclusiones de dicha visita fue encomendarle al Señor Cura Juan Luna la 
reconstrucción del templo. El fue el que le dio la fisonomía actual del templo como lo conocemos hoy en día. Entre las obras materiales que le hizo al templo podemos señalar, la remoción del techo que era de madera y hormigón que estaba apunto de caerse en el momento de su llegada, en su lugar se puso techo plano con vigas de hierros por la parte superior, cubierto de chapapote para evitar que entrara el agua en tiempo de lluvias. (14)
Varias personas aun recuerdan, las jornadas de trabajo de traer piedra desde la barranca, todos participaban, niños, jóvenes, mujeres y adultos, impulsados y motivados por su párroco. Fue uno de los pastores que se dedico a la reconstrucción del templo sin dejar a un lado la construcción espiritual en los corazones de los fieles.
Sin embargo no fue la única obra material que se impulso en el templo. En 1952 se inicio el proyecto de la construcción de las torres del templo, impulsadas por el Señor Cura Don Felix Peña y encargadas por el Señor Ingeniero Pbro. Don Pedro Castellanos. Aunque se tuvo que cambiar el proyecto original, que constaba de tres cubos cada torre, por falta de recursos pecuniarios, se opto por torres de un solo cubo con terminación triangular que miden aproximadamente doce metros de altura.
El templo parroquial actual es de estilo neoclásico, de principios del siglo XIX con las diversas remodelaciones que ha sufrido a principios del siglo XX; tiene capacidad para 400 personas aproximadamente, el techo es de bobera sostenida por 16 pilares. en el ábside se encuentra un mural pintado que expresa la veneración de los ángeles, redescubierto el tiempos del Señor Cura Don Guadalupe Cabrera, el vital del centro con la imagen de Dios Padre le da un toque de luz al presbiterio.